Seguramente has oído hablar de Bacalar.     Bacalar es un pueblo en el sureste de México, muy cerca de la frontera con Belice.

El pueblo esta al borde de la laguna Bacalar… que le llaman la laguna de los siete colores, pero principalmente es turquesa.   Te puedes meter despacio a la laguna, sentir una agua dulce y fría, y caminar cientos de metros con apenas el agua a la cintura.    El agua se filtra naturalmente, por lo que la laguna es grande, amplia, el sol caliente, las nubes estáticas.   Un lugar donde sentirás agua en la cara, y te sentirás vivo.

Porque visitarla:

  1. Es para todos.   Si vas con niños, solo, con tu pareja, con tus padres en viaje de familia.  Bacalar ofrece mucho para todos.
  2. Llegas fácil, te hospedas fácil, tiene todos los servicios.    Por allí puedes llegar en auto.   Si llegas por aire el aeropuerto más cercano es el de Chetumal.   Tienes hoteles, un lugar de pizzas, lugares de mariscos, tacos de cabeza, obviamente, un lugar vegan.  Es decir, el pueblo y la amplia laguna es ya un lugar con todos los servicios y una vibra relajada.
  3. Puedes nadar, velear, kayakear, tirarte al sol.  Es un paraíso de los deportes acuáticos.   Con la constante presencia de la laguna, es nada mas que decidas que hacer.   Y siempre a tu lado estará la quietud prístina de la naturaleza.
  4. Hay cenotes cercanos.   Por allí esta el Cenote Azul, inmenso, de color azul fuerte y profundo y misterioso.   Más allá esta el Cenote de la bruja, donde puedes también nadar.  Es decir, la zona de esta amplía laguna también tiene cenotes para que tengas un chapuzón completo.
  5. Hay zonas arqueológicas cercanas.  Desde la imponente Calakmul hasta la más cercana Xpuhil.  Es nada más cuestión de que te decidas a abandonar el plácido ronroneo de tu tumbona, y vayas a la cima de esa pirámide.
  6. Puedes imaginar épocas de piratas y conquistas en el Fuerte de San Felípe.   Esta muy bien conservado y esta justo en el centro del pueblo de Bacalar.
  7. Te podrás hacer adicto a su quietud.   Después de que pases algunos días terminarás caminando lentamente en el atardecer.   Te podrás sentar en un muelle por horas solamente a sentir el viento.   Pasara el tiempo sin notarse… y te habrás hecho adicto a la quietud de Bacalar.

Visita el pueblo, la laguna, la zona, las ruinas.   Enamórate aun más de México.